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Ya sólo falta un empujoncito

El Barça volvía a jugar de nuevo con "presión" y de nuevo no pareció notarla. En apenas 30 minutos demostró que no necesita mucho para estar en lo más arriba del fútbol español, que hoy por hoy, se le queda pequeño.
Bien es cierto que los primeros 25 minutos del Barça no fueron demasiado brillantes; imprecisión en los pases, poca fluidez en la parte de arriba... pero enfrente estaba el Valencia. Un equipo que ni mucho menos se parece a aquel Valencia que ganó Liga y Copa de la UEFA. Tan sólo un libre directo de Fabio Aurelio inquietó a Víctor Valdés en todo el partido. Pero un gran equipo con grandes jugadores tiene lo que tiene, que de la nada te puede sacar un gol. Y así fue. En el minuto 27 internada de Belletti por la derecha, pase atrás al borde del área para Ronaldinho y éste saca un derechazo que mete el esférico en toda la escuadra de la portería. Sin un juego demasiado espectacular, el Barça ya estaba por delante. El Valencia, hundido, intentando volviendo a colocar sus piezas sobre el campo, se volvió a caer dos minutos más tarde. Recuperación en el centro del campo, balón para Ronaldinho, balón con espacio para Eto'o, éste deja sentado a Marchena y coloca la pelota en la red ante la salida de Palop. 0-2, la liga casi en el bolsillo y muchas bocas cerradas.
A partir de ahí el Valencia se hundió, el Barça controló el partido y si hubiera necesitado meter algún gol más lo habría hecho sin problemas.
¿Y ahora qué queda? Pues quedan tres partidos. Nueve puntos disponibles y siete puntos de diferencia con el perseguidor. ¿Esto que significa? Para alguien con un mínimo de coherencia: el Barça tiene un 99% de posibilidades de ganar la Liga. Para algunos que creen que ven las cosas 'claras': no hay nada perdido. ¡Qué bonita es la ilusión!

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