Llegando, como siempre, más tarde de lo acordado, esperé tu llegada o verte por donde habiamos quedado. La larga espera me hizo desistir y volver por donde había venido. ¡Pero...! No hubo demasiado entendimiento por lo visto y esperábamos en sitios distintos. Por suerte hubo encuentro visual. Desatino en lo esperado... el sol molestaba. La vuelta atrás permitió ver a una abandonada Frida y su Columna Rota . Entre "música" desesperante se fraguaron aquellos trazos que con ninguna intención de ser parte de ningún museo formarán parte de los mejores recuerdos de mi vida. Esperando a que el tiempo pasase para poner fin a aquella tarde-noche dejamos sobre impunes farolas improperios varios para el recuerdo. Seis meses desde entonces. Gracias por haberme recordado aquel 28 de mayo. :)
Con lágrimas en los ojos di media vuelta y marché. Ahora empieza todo, desde cero...