En mi burbuja...

Durante este periodo de más de un mes de ausencia involuntaria, me he dado cuenta, más que nunca, de mi propia distancia de la realidad, de mi dependencia creada por varios motivos. Los motivos que sean... tampoco son importantes mencionarlos o no. Me he dado cuenta de que mi mundo y una burbuja se diferencian en muy poco.

Y es cuando no tienes algo cuando mas la echas en falta. Es muy difícil ir cada día a sentarte a un banco, en el que charlas con mucha gente, incluso a algunos los consideras amigos... y de repente, un día, como otro cualquiera, no te puedes sentar en el banco. Aún a sabiendas de que en ese banco se estará sentando la misma gente de siempre y tú no podrás ir, como cada tarde, por lo menos a saludarles.

Pasan días, más días, semanas, más semanas... y poco a poco la desesperación se iba apagando con la esperanza de que todo volviera a la normalidad cuanto antes. Se que todo llega, sólo hay que saber esperar a que llegue el momento.

Y llega el momento. Noto que en la burbuja ya no estoy tan solo. Vuelvo a estar cómodo. Pongo los pies en la tierra, me asiento un poco y camino de nuevo hacia aquel banco que durante semanas no pude ni si quiera ver. Todo está tranquilo. Aparentemente no ha cambiado nada. Aparentemente... Conforme me voy acercando al banco veo que encima de él hay una nota con algo escrito. Ummmm, ¿una nota? ¿para mí? Sí, para ti. La leo, la releo, la vuelvo a leer... y no acabo de creérmelo.

Mi incredulidad/perplejidad ha durado una semana, aproximadamente. Una semana de ... (imposible de definir) Pero ya ha pasado mi incredulidad. Estoy aquí, sentado en el mismo banco de siempre... dentro de mi burbuja sí, pero de este banco no me moveré.

Escuchando: Alicia Keys - Unbreakable (Unplugged - 2005)

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