Hace un año...
Atravesando cualquier barrera que jamás hubiera pensado superar, me armé con todo el valor para estar al menos unos días acompañado de la sombra que en aquel momento deseaba que jamás se separase de mí. Discutí con medio mundo para poder llegar allí. Cegado por algo más que amor llené algo más que maletas y me sentía con más que ganas como para poder llegar hasta el fin del mundo. Simplemente quería estar allí. Simplemente quería descubrir aquel aire que jamás pude acariciar, y que jamás acaricié.
Hace un año paseé por calles llenas de gente, aquellas calles que siempre imaginé... y que una vez recorridas dejaron en evidencia a mi imaginación. La multitud sobrepasaba a mis pasos, pasos que jamás se separaron de mi sombra. Sí, aquella sombra la cual deseaba que jamás se separase de mí. Entre la sombra y yo no cabían ni el mínimo suspiro, pegados como labios unidos hasta la eternidad, unidos como llanto y lágrima, unidos como la arena y el mar...
Pero el final de toda historia es algo tan inevitable como un dia sin horas. En poco tiempo la sombra se fue alejando y se diluyó hasta desaparecer para no volver más. Aquellas calles llenas de gente se vaciaron, caminaba solo. Ni si quiera la soledad me ofreció su mano... tampoco la hubiera aceptado. En aquel momento no entendí nada. No sabía porqué estaba allí. No entendía porqué me debía pasar eso a mí.
Eran pocos días los que iba a estar allí y decidí que iban a ser menos. Nada tenía sentido. Me encontraba en medio de un desierto que antes de entrar en él se me ofreció como un paraiso. En medio de tanta arena yo iba descalzo, los pies me quemaban, y aunque podría haber soportado aquella calor, todo me parecía inútil. Para más 'inri' cuando las cosas, más o menos, andaban con cierta calma, apareció un huracán y sin quererlo me metí en él. No estuve demasiado tiempo dentro de él, el suficiente para darme cuenta de que ahora sí que había llegado a su fin. Por lo menos necesitaba pensar en lo ocurrido. Alejarme de aquello y volver a ser el de siempre. Sin la necesidad de que ninguna sombra me alentase el camino.
Dejé que el tiempo colocase a cada uno en su sitio, lástima que hayamos acabado uno tan lejos del otro...
Escuchando: 2Pac - Dear Mama (Me Against The World - 1995)
Hace un año paseé por calles llenas de gente, aquellas calles que siempre imaginé... y que una vez recorridas dejaron en evidencia a mi imaginación. La multitud sobrepasaba a mis pasos, pasos que jamás se separaron de mi sombra. Sí, aquella sombra la cual deseaba que jamás se separase de mí. Entre la sombra y yo no cabían ni el mínimo suspiro, pegados como labios unidos hasta la eternidad, unidos como llanto y lágrima, unidos como la arena y el mar...
Pero el final de toda historia es algo tan inevitable como un dia sin horas. En poco tiempo la sombra se fue alejando y se diluyó hasta desaparecer para no volver más. Aquellas calles llenas de gente se vaciaron, caminaba solo. Ni si quiera la soledad me ofreció su mano... tampoco la hubiera aceptado. En aquel momento no entendí nada. No sabía porqué estaba allí. No entendía porqué me debía pasar eso a mí.
Eran pocos días los que iba a estar allí y decidí que iban a ser menos. Nada tenía sentido. Me encontraba en medio de un desierto que antes de entrar en él se me ofreció como un paraiso. En medio de tanta arena yo iba descalzo, los pies me quemaban, y aunque podría haber soportado aquella calor, todo me parecía inútil. Para más 'inri' cuando las cosas, más o menos, andaban con cierta calma, apareció un huracán y sin quererlo me metí en él. No estuve demasiado tiempo dentro de él, el suficiente para darme cuenta de que ahora sí que había llegado a su fin. Por lo menos necesitaba pensar en lo ocurrido. Alejarme de aquello y volver a ser el de siempre. Sin la necesidad de que ninguna sombra me alentase el camino.
Dejé que el tiempo colocase a cada uno en su sitio, lástima que hayamos acabado uno tan lejos del otro...
Escuchando: 2Pac - Dear Mama (Me Against The World - 1995)
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