Preguntas Sin Respuesta
Una de las preguntas que más me costaría responder sería aquella de... ¿qué le regalarías a alguien que lo tiene todo? Por muchas vueltas que le de a la pregunta, no sería capaz de responder nada coherente.
Algo semejante ocurriría con la pregunta... ¿qué puede ofrecer alguien que practicamente lo ha dado todo? Practicamente nada diría yo. Pues eso es lo que nos ha ofrecido Eminem en su último trabajo, Encore, practicamente nada. Por lo menos nada mejor de lo que ya había hecho hasta ahora.
Al margen de premios y reconocimientos, Eminem ha ofrecido todo. Ha sido, sin lugar a dudas, el rapper de lo que llevamos de siglo XXI. Y aquella canción de Stan junto a Dido será practicamente inolvidable. Una canción que alzó, de alguna manera, el rap en España. Por todos lados se escuchaba aquel estribillo.
Eminem nació en Kansas, pero se hizo como persona en Detroit. Infancia dura, marginación escudada en el rap. Hasta que un buen día, uno de los productores más influyentes de Estados Unidos, Dr Dre, escucha una maqueta de Eminem. Le gustó su estilo, lo contrató y de ahí al éxito. Números uno, millones de ventas, millones de dólares pero, poco a poco, mientras crecía su fortuna y su prestigio, su calidad, aquello que sorprendió a todo el mundo, fue bajando...
Sí, sigue siendo Eminem, sigue teniendo ese carisma del tío blanco que triunfó en un mundo de negros. Seguirá siendo el único rapero con un Oscar en su casa por una canción suya. Seguirá siendo el protegido de Dr Dre, el que "descubrió" a 50 Cent, seguirá siendo el líder de D-12... Pero ¿qué puede ofrecer alguien que practicamente lo ha dado todo?
Algo semejante ocurriría con la pregunta... ¿qué puede ofrecer alguien que practicamente lo ha dado todo? Practicamente nada diría yo. Pues eso es lo que nos ha ofrecido Eminem en su último trabajo, Encore, practicamente nada. Por lo menos nada mejor de lo que ya había hecho hasta ahora.
Al margen de premios y reconocimientos, Eminem ha ofrecido todo. Ha sido, sin lugar a dudas, el rapper de lo que llevamos de siglo XXI. Y aquella canción de Stan junto a Dido será practicamente inolvidable. Una canción que alzó, de alguna manera, el rap en España. Por todos lados se escuchaba aquel estribillo.
Eminem nació en Kansas, pero se hizo como persona en Detroit. Infancia dura, marginación escudada en el rap. Hasta que un buen día, uno de los productores más influyentes de Estados Unidos, Dr Dre, escucha una maqueta de Eminem. Le gustó su estilo, lo contrató y de ahí al éxito. Números uno, millones de ventas, millones de dólares pero, poco a poco, mientras crecía su fortuna y su prestigio, su calidad, aquello que sorprendió a todo el mundo, fue bajando...
Sí, sigue siendo Eminem, sigue teniendo ese carisma del tío blanco que triunfó en un mundo de negros. Seguirá siendo el único rapero con un Oscar en su casa por una canción suya. Seguirá siendo el protegido de Dr Dre, el que "descubrió" a 50 Cent, seguirá siendo el líder de D-12... Pero ¿qué puede ofrecer alguien que practicamente lo ha dado todo?
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